La ergonomía es una ciencia que se encarga del estudio de la relación entre el ser humano, el trabajo y el entorno. A través de ella, se busca mejorar las condiciones laborales y prevenir lesiones y enfermedades derivadas del trabajo continuo en posiciones incómodas.
Los reposabrazos son estructuras diseñadas para proporcionar descanso y apoyo a los brazos mientras se trabaja. Generalmente, se utilizan en sillas de oficina y son un complemento habitual de estas.
Existen diversos tipos de reposabrazos, como fijos, móviles y ajustables. Los de tipo fijo generalmente no se pueden mover, lo que los hace incómodos para muchas personas. Los reposabrazos móviles, por otro lado, pueden ser levantados o bajados según sea necesario. Y los reposabrazos ajustables permiten ajustar la altura a la que se encuentran los brazos para mayor comodidad.
Aunque los reposabrazos pueden parecer un complemento útil en sillas de oficina, la verdad es que no todos los usuarios los encuentran cómodos. Muchas personas los ven como una molestia más que como una ayuda a la hora de trabajar. ¿Por qué ocurre esto?
La mayoría de las sillas de oficina están diseñadas para soportar el peso del cuerpo a través de la base del asiento y no a través de los reposabrazos. De hecho, los usuarios que suelen apoyar sus brazos sobre los reposabrazos tienden a cargar más peso en la espalda y los hombros, lo que puede aumentar el riesgo de dolor y lesiones.
Otro problema con los reposabrazos es que, a menudo, están mal ubicados. Si el reposabrazos es demasiado alto o bajo, puede provocar tensión en los hombros y el cuello, lo que provoca lesiones por esfuerzo repetitivo. Además, muchas veces, los reposabrazos son demasiado anchos, lo que dificulta que la silla se mueva cerca de la mesa de trabajo.
La verdad es que muchos usuarios consideran que los reposabrazos son un elemento completamente inútil en sus sillas de oficina. Pero, entonces, ¿por qué las sillas de oficina suelen incluir reposabrazos? ¿Cuáles son las ventajas?
Los reposabrazos pueden ser útiles en determinadas situaciones, como cuando se está pensando o leyendo algo. También pueden proporcionar un apoyo útil si se está realizando una tarea que requiere mucho esfuerzo. Además, los reposabrazos pueden ayudar a que el usuario mantenga una postura correcta, en cuanto a la alineación del codo, antebrazo y muñeca, lo que puede prevenir lesiones por estrés repetitivo.
En resumen, los reposabrazos pueden ser vistos como un elemento innecesario en las sillas de oficina, pero eso no significa que no tengan ciertas ventajas. Si los reposabrazos están en la posición correcta y se utilizan de manera adecuada, pueden proporcionar apoyo y comodidad durante el trabajo. Sin embargo, si no se utilizan correctamente, pueden contribuir a la aparición de dolores y lesiones en la espalda y los hombros. En última instancia, cada usuario debe decidir si prefiere tener reposabrazos en su silla de oficina o no, basándose en sus propias necesidades y preferencias.