La incomodidad de trabajar en un monitor mal ajustado
La ergonomía es la ciencia que estudia cómo adaptar el entorno laboral al ser humano para evitar lesiones y reducir el impacto del trabajo en la salud física y mental. En este sentido, es fundamental prestar atención a la posición que adoptamos frente al ordenador y a la altura y distancia del monitor.
¿Qué sucede cuando trabajamos en un monitor mal ajustado?
Trabajar en un monitor mal ajustado puede tener consecuencias negativas para nuestra salud. Entre los problemas más comunes encontramos los siguientes:
- Dolor de cabeza
- Visión borrosa o fatiga ocular
- Dolor de cuello y de hombros
- Dolor de espalda
Además, estas molestias pueden afectar nuestra productividad e incluso provocar absentismo laboral.
¿Cómo ajustar correctamente el monitor?
Para evitar estos problemas, es importante ajustar correctamente el monitor. Los ajustes que debemos realizar son los siguientes:
- Altura: Debemos colocar el monitor de forma que la parte superior de la pantalla esté a la altura de los ojos. Si el monitor está demasiado bajo, tendremos que bajar la cabeza para verlo y esto puede provocar dolor cervical; si, por el contrario, está demasiado alto, la tensión en los ojos será mayor.
- Distancia: La distancia entre el monitor y nuestros ojos debe ser de unos 50-60 cm. Si está demasiado cerca, nuestro campo visual se limita y las molestias oculares son más probables.
- Inclinación: El monitor debe estar ligeramente inclinado hacia atrás, de forma que la parte superior esté un poco más cerca de nuestros ojos que la inferior. Si lo inclinamos hacia adelante, la luz se reflejará directamente en nuestros ojos y aumentará la fatiga visual.
- Luminosidad: La luminosidad del monitor debe ser adecuada a las condiciones de iluminación de la sala. Si la luz es baja, debemos aumentar la luminosidad del monitor para evitar fatiga visual, mientras que si la luz es alta, debemos disminuirla para reducir el deslumbramiento.
- Filtros: Los filtros pueden ayudar a reducir el deslumbramiento y la fatiga visual. Existes filtros antireflejos que reducen la reflexión de la luz en la pantalla y filtros de privacidad que evitan que los datos de la pantalla sean visibles desde otros ángulos.
Otras consideraciones ergonómicas a tener en cuenta
Además de ajustar el monitor, hay otras consideraciones ergonómicas que debemos tener en cuenta a la hora de trabajar con ordenador:
- Postura: Debemos sentarnos correctamente, con la espalda recta y los pies apoyados en el suelo o en un reposapiés. Los brazos deben estar relajados y los codos pegados al cuerpo. La altura de la silla debe ajustarse para que nuestras rodillas estén en línea con las caderas.
- Teclado y ratón: El teclado y el ratón deben estar colocados de forma que nuestras manos estén a la misma altura que los codos y los antebrazos. Debemos evitar torcer las muñecas para teclear o utilizar el ratón.
- Pausas: Es importante hacer pausas regulares para descansar la vista y estirar el cuerpo. Una buena práctica es realizar una pausa de unos 20 segundos cada 20 minutos y una pausa de unos 10 minutos cada hora.
Conclusión
La incomodidad de trabajar en un monitor mal ajustado no solo afecta a nuestra salud, sino que también puede afectar nuestra productividad y nuestra capacidad de trabajo. Prestar atención a la ergonomía es fundamental para evitar lesiones y molestias y para mantener una buena salud laboral a largo plazo. Ajustar correctamente el monitor y seguir las recomendaciones ergonómicas contribuirá a mejorar nuestra calidad de vida y nuestra satisfacción laboral.