La postura corporal correcta es esencial para mantener un cuerpo sano. Pasamos la mayor parte de nuestro día sentados en nuestro escritorio frente al ordenador. Si no mantenemos la postura adecuada, puede tener un impacto negativo en nuestra salud y actividad. El dolor de cuello, hombro y espalda son solo algunos de los problemas que pueden surgir. En este artículo, hablaremos sobre cómo saber si tu escritorio está dañando tu postura y cómo tomar medidas para corregirlo.
En la mayoría de los casos, una mala postura es el resultado del uso de un escritorio que no se adapta a la estatura y la postura de la persona. Si estás experimentando dolor o malestar, es posible que sea hora de verificar si tu escritorio es el culpable.
Uno de los factores más importantes que afecta la postura es la altura del escritorio. El escritorio debe ser lo suficientemente alto para permitirte sentarte derecho sin encorvarte, pero también lo suficientemente bajo para que puedas alcanzar el teclado y el ratón cómodamente. Una buena manera de verificar esto es a través de la regla "90-90-90". Es decir, cuando estás sentado, tus pies deben estar planos en el suelo, tus rodillas y tus caderas deben estar en ángulo recto y tus codos deben estar en ángulo recto y cerca del cuerpo. Si esto no es posible, debes considerar ajustar la altura de tu escritorio.
La posición de la pantalla de tu ordenador también puede afectar la postura. La pantalla debe estar a la altura de los ojos. Si la pantalla esté demasiado alta o demasiado baja, forzarás el cuello irremediablemente lo que resultaría en tensión en los hombros y dolor en la parte superior de la espalda. Puedes ajustar la altura de la pantalla con un soporte o apoyándote en libros o una caja.
La calidad de la pantalla también es crucial. Si tu pantalla es oscura o borrosa, es probable que fuerces los ojos para ver mejor. Esto podría forzar el cuello y causar dolor muscular. Asegúrate de que la resolución de la pantalla sea adecuada y limpia la pantalla regularmente para evitar reflejos que puedan ejercer tensión en tus ojos.
Una silla adecuada es tan importante como un escritorio adecuado. La mejor silla es aquella que se adapta cómodamente a la forma de tu cuerpo sin ejercer presión sobre los músculos y los huesos. Si tu silla no es cómoda, es probable que estés inclinado hacia adelante o hacia atrás, ejerciendo presión en la columna vertebral. Esto puede causar dolor lumbar. Asegúrate de que la altura de la silla sea ajustable y que el respaldo te ofrezca un buen soporte lumbar. También puedes usar una almohada para mayor comodidad.
Aparte de los factores que influyen en tu escritorio o tu silla, es posible que adoptes una postura incorrecta de forma natural al trabajar. Esto es común cuando te sumerges en tu trabajo y olvidas que debes sentarte correctamente. Presta atención y haz esfuerzos para sentarte derecho usando cojines especiales como referencia.
La postura correcta es fundamental para mantener un cuerpo sano, especialmente cuando trabajamos sentados. Si notas dolor o incomodidad postural, es importante verificar si el escritorio que estás utilizando es el adecuado. Si es necesario, corrige los factores que influyen en tu escritorio, como la altura o la posición de la pantalla. Asegúrate de que estás sentado de forma correcta y también ten en cuenta la calidad de tu silla. Con un poco de ajuste, es posible mejorar tu postura y evitar dolores futuros.